Charla a cargo de David Revelles, periodista y escritor, profesor del Máster de Periodismo de Viajes de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

Esta charla precede una visita cultural sobre el barrio judío de Barcelona. Se sabe que Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) visitó Barcelona al menos una vez, pero no se conoce la fecha exacta. Esta visita le dejó una huella tan profunda como para que Barcelona fuera la única ciudad real que sale en su célebre obra: 'El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha'.

Cervantes dedicó a Barcelona diversos elogios, entre los cuales destaca éste que pone en boca de don Quijote: "Archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, hospital de los pobres, patria de los valientes, venganza de los ofendidos y correspondencia grata de firmes amistades, y en sitio y en belleza única; y aunque los sucesos que en ella me han sucedido no son de mucho gusto, sino de mucha pesadumbre, los llevo sin ella, sólo por haberla visto".

La Barcelona que Cervantes conoció a principios del siglo XVII aún era una ciudad amurallada, llena de callejones infinitos y rincones misteriosos. Es muy probable que lo que cautivara a Cervantes fuera la combinación de una atmósfera todavía medieval con el bullicio propio de una ciudad portuaria. El mar es la primera cosa que despierta la admiración de don Quijote y Sancho Panza cuando llegan a Barcelona. Su visión conmueve a los dos protagonistas de la novela, ya que es la primera vez que lo ven: "Vieron el mar, hasta entonces de ellos no visto; parecióles espaciosísimo y largo, harto más que las lagunas de Ruidera, que en la Mancha habían visto".
 

Esta sesión forma parte de la primera de las visitas culturales organizadas por el Aula d'Extensió Universitària de Rubí durante el último trimestre del 2017

Consultad las próximas visitas culturales:

> La maçoneria i la seva petjada a Barcelona.